Ya llevamos así dos noches. La primera, justificaron las cargas policiales como una respuesta a la resistencia de la chavalería a abandonar el botellón en la Plaza del Dos de Mayo, botellón que es legal en fiestas patronales pero no en éstas, que son populares.
¿Cuál es la excusa para la violencia policial de la segunda noche? La plaza estaba acordonada y la gente se apelotonaba en la Calle de la Palma y no tanto por San Vicente Ferrer, lo que auguraba una escabechina importante en cuanto los antidisturbios comenzaran a tocar la batería. Yo me fui a las 2 de la mañana porque aquello no pintaba buen final, y según leo en El País, no lo tuvo. Para colmo, veo la fotogalería (malísima, por otro lado, parece que los fotógrafos llegaron dos horas tarde) y en la foto nº7 veo al Charli con la cabeza abierta. Con lo majete que es. Cachis.
Tampoco tiene desperdicio el articulito de marras, con partes tan trepidantes como:
Un agente municipal con un casco de motociclista blanco bloqueaba el paso a Tribunal, desde San Vicente Ferrer, a varios adolescentes. Les aconsejaba que dieran media vuelta si no querían atenerse a las consecuencias. Una chica le ha respondido: "No he hecho nada para llevarme palos". El policía ha solucionado la cuestión con un: "Me cago en tu puta vieja".
O también:
El sonido de las pelotas de goma martilleaba de fondo mientras los furgones de la policía nacional recorrían las calles de San Bernardo y Fuencarral, que flanquean el barrio de Malasaña. Una de las pelotas que ha recogido una chica mostraba la frase "Uy, perdón", escrita con bolígrafo.
Lo que realmente se clava en el fondo de mi ser es que todo esto sea porque faltan tres semanas para las elecciones y este tipo de acción policial es lo que anima a los votantes del gobierno madrileño a acudir a las urnas satisfechos y excitados.
Vivan las fiestas del Dos de Mayo. Si pudimos con los franceses, podremos con este rebaño de bestias.
Edito: Sovietzug añade más material gráfico.