Sí, estimable PUÑOlinkista, sigo en standby porque me he mudado a vivir a París y no tengo mucho acceso a la red de redes, de momento. En breve retomaremos la emisión habitual.
Hola Punio, que bien por el desplazamiento! seguiré pendiente del puñolinkismo mundial y pronto hablaré de él en un post que realizaré haciendo también referencia al espacio de Toni y a otros blogs importantes en el mundo del arte, del diseño y de la fotografía. Saludes desde Apuntes Críticos (sede Estrasburgo).
Yo estuve viviendo un tiempo en una buhardilla al principio de la calle Solferino en el distrito 7, muy cerca del puente. Desde la ventana veíamos el Dorsay por encima de un edificio (que parecía ser de oficinas) que nos separaba del museo. A diario podía ver como los trabajadores de ese edificio jugaban al solitario en su ordenador, lo juro.
12 comentarios:
Ya te vale, tronko
Lulú?
Bonita foto.
paris? ke coño has ido a buscar a francia?!
(tengo una xenofobia injustificable con los franceses...jeje)
bueno, gracias por la pagina que me señalas y que te vaya bonito por allá arriba!
carlitos.
Jo Puño, te imagino hablando francés y me pongo tierna... ^_^'
bon voyage
http://www.youtube.com/watch?v=wIZnU0oazXA
un motivo mas para ir a parís.
Aaaaaaah! L´amour......
¡Suerte en tu periplo parisino!
(Conocí a Karra y Oskitar hace unas semanas, una pena no haber coincidido con usté)
:)
Buena mudanza e instalaciónn! :)
Hola Punio, que bien por el desplazamiento! seguiré pendiente del puñolinkismo mundial y pronto hablaré de él en un post que realizaré haciendo también referencia al espacio de Toni y a otros blogs importantes en el mundo del arte, del diseño y de la fotografía. Saludes desde Apuntes Críticos (sede Estrasburgo).
¡Cómete a todos esos vaguettes!
Buena suerte.
(guapísima la foto, con el puente colgante allí al fondo)
Yo estuve viviendo un tiempo en una buhardilla al principio de la calle Solferino en el distrito 7, muy cerca del puente. Desde la ventana veíamos el Dorsay por encima de un edificio (que parecía ser de oficinas) que nos separaba del museo. A diario podía ver como los trabajadores de ese edificio jugaban al solitario en su ordenador, lo juro.
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